Buenos días queridos lectores. Un mensaje que creo es bastante familiar para todos aquellos a los que tengo la oportunidad de informar día a día.
Hoy les escribo la última carta del año, y me encuentro llena de satisfacción y emoción al ver la gran comunidad que hemos formado. Quiero decirles que todos los días les cuento lo que ocurre en el mundo con la esperanza de que en estas cinco noticias puedan encontrar contexto y explicación suficiente para tener clara la situación nacional e internacional presente.
En este último espacio de La Nata 2021 no quisiera desperdiciar la oportunidad de reflexionar sobre este año. Si has estado al pendiente de las newsletters de esta semana te habrás dado cuenta de que he hecho un recuento de lo ocurrido en distintos ámbitos.
Han habido golpes de estado, y nuevos presidentes; películas, discos y canciones nos han dado alegría; nos hemo sentido inspirados por todas esas noticias lindas que intentamos contar en el Cubo de Azúcar; pero sobre todo nos ha quedado claro que hemos dejado de ser varios países para convertirnos en un mundo cuando de pandemias se trata.
Hemos entendido que de poco sirve que una nación tenga a toda su población vacunada si su vecino sigue sin poder inmunizar a los suyos; nos percatamos de que estamos más conectados que nunca, para bien y para mal, y tanto que en menos de un mes la variante ómicron ya estaba volando por todos los aires.
Los científicos se han apoyado con las investigaciones de sus homólogos y poco a poco han ido implementando piezas al rompecabezas del Covid-19.
Y los aprendizajes han seguido llegando también en otros temas. La gente no dejó de unirse, al menos en horror, al presenciar lo ocurrido en Afganistán y el dolor de las mujeres que veían sus derechos perdidos. Fue ese momento cuando se entendió que la posición de la mujer, en cada parte del mundo, estaba en riesgo si tan solo un gobernante loco pretende tomar el control.
Con la caída de la línea doce del metro entendimos que no podemos ir eligiendo gobernantes solo por lo que dicen en campaña, sino que deberíamos poner atención a cuánto roban y escatiman en las obras civiles del país. Pero sobre todo, debemos juzgar su capacidad de gobernar y mejorar la vida de sus ciudadanos.
EE.UU. sirvió como ejemplo para el mundo al poner su democracia en riesgo tan solo porque alguien con dinero subió al poder y sacó al aire el extremismo más puro.
Creo que todos nos sorprendimos al entender que los viajes turísticos espaciales ya están a la vuelta de la esquina y que las colonias en Marte comienzan a sonar cada vez menos fantásticas.
Y así, con cada noticia, cada reportaje, cada información que los periodistas sacan en sus respectivos medios es como nos fuimos dando cuenta en dónde estamos parados y qué puede seguir para el próximo año.
Espero que esta misma percepción hayan tenido cada mañana al leer La Nata; que hayan comprendido mejor eso que no les había quedado claro, o que hayan sido conscientes de la verdadera situación del país. Ésta es mi misión cada día en el que pienso en qué debería de platicarles.
Finalmente quiero agradecer a todos aquellos que nos han apoyado durante nuestro primer año. A todos y cada uno de nuestros practicantes y por supuesto a mis dos socias, Estefi y Ale, quienes a veces están en el detrás de cámaras pero siempre están.
Les dejo para que sigan disfrutando con sus seres queridos del fin de año y los veo en 2022, como siempre, con las noticias más importantes del día para empezar la jornada como se debe.
Lorea Pérez Irriarte